miércoles, enero 06, 2010

Una taza de consuelo

Esta entrada la publique el dia 6 de Abril del año pasado. Es la introducción de un libro llamado "Una taza de Consuelo". Espero les guste.



Tener un amigo es una bendición. Ser amigo es un honor. Sin embargo, como amigos, por lo común estamos relegados a un papel de espera en la vida del otro. Vaya que nos esforzamos por acercarnos cuando un amigo tiene algo importante que celebrar o lamentar. Aunque, por otra parte, tendemos mutuamente a ocuparnos de la otra persona sólo después de cumplir nuestras responsabilidades.
Para nuestra sorpresa, nuestros amigos lo comprenden. Esperan pacientemente su turno y aceptan gustosos el tiempo y atención que les damos. Siempre están ahí cuando los necesitamos y nos perdonan cuando no reconocemos a tiempo sus necesidades. Ésa es la naturaleza de la amistad, de la verdadera amistad.

No obstante, como dijo la autora Pan Brown: “Una amistad puede resistir muchas cosas y prosperar en un terreno pobre, pero necesita de vez en cuando un poco de abono en forma de cartas, llamadas telefónicas y/o regalos sencillos, absurdos, de vez en cuando para evitar que se marchite completamente”. Me encanta esta cita y también intercambiar regalos simples, sentimentales, personales, con mis amigos. Mi oficina está llena de ellos.

Los auténticos tesoros son las personas que me los dieron. Mientras más disfruto y aprecio cada objeto, valoro más lo que representan. Los regalos que me han dado estas encantadoras personas me dicen lo que me quieren. En medio de sus múltiples ocupaciones piensan en mí. Se han esforzado por conocerme, por acercarse a mí para vivir momentos memorables conmigo, no por obligación o porque sean mis familiares, sino porque me eligieron como amigo. ¡Que gran honor! Mis ojos se llenan de lágrimas con ese pensamiento y el milagro increíble que representa. El verdadero regalo de su amistad.

De alguna manera, los objetos que escojo cuidadosamente para regalarles en reciprocidad, ya sean sencillos o extravagantes, no parecen ser suficientes. Tampoco basta con mis tarjetas de felicitación, cartas, correos electrónicos, llamadas telefónicas, visitas y ayuda ocasional. Pienso en mis amigos lejanos con frecuencia y significan mucho para mí, mucho más de lo que indican estas muestras de amistad. ¿Cómo agradecer a un ángel? En efecto, ¿Cómo?

Meister Eckhardt, sabio del siglo XII, escribió: “Si la única oración que rezas en toda tu vida es gracias, será suficiente “. En lo que respecta a los amigos, por lo general nos limitamos a agradecerles lo que hacen por nosotros sólo en tiempos de necesidad. Me parece que hemos quedado en deuda y debemos agradecerles las experiencias y confidencias que comparten con nosotros. En realidad no importa cómo expresemos nuestra gratitud, siempre y cuando lo hagamos. Empecemos hoy mismo.

¡¡ Hola !!

Hoy comparto con ustedes un texto que encontré en un libro maravilloso, cuyo título es: Una taza de consuelo para los amigos (A cup of Comfort for friends Stories that celebrate the special People in our lives), la autora es Colleen Sell y el libro es una antología de historias sobre amistades de la vida real. La verdad es un muy buen libro. Y el texto que comparto con ustedes es parte de la introducción de dicho libro.

0 comentarios: