jueves, julio 23, 2009

Un articulo interesante


Hace tiempo encontré un articulo que me llamó mucho la atención y hoy lo comparto. El articulo se llama "Enamorarse a solas" y creo que a muchos nos ha sucedido.


Enamorarse a Solas


La ropa que lleva puesta nos parece atractiva; nos encanta lo que dice, cómo lo dice, y hasta perdonamos actitudes que odiamos en los demás.



Y por supuesto, se empieza a gestar una ilusión con este nuevo personaje: nos imaginamos con él en la próxima navidad, creamos diálogos fantásticos que van desde la declaración de amor, hasta las peleas típicas de novios -que aunque llenan de drama las relaciones, nos encantan-.; y ya nos vemos bailando en el antro, nuestro primer beso, unas vacaciones en la playa y por supuesto una rola que ya hasta le pusiste dedicatoria.

El problema surge cuando nos ilusionamos sin haber recibido un feedback positivo de parte de nuestro enamorado. Este síndrome, que a muchos afecta, y que arbitrariamente llamaré “enamorarse a solas”, termina jodiéndonos la vida, y nos lleva incluso a hacer reclamaciones fuera de lugar a una persona que nos encanta, que no conocemos lo suficiente, y que además, no ha dado la más mínima muestra de interés en establecer una relación de pareja con nosotros.


¿Quién no se ha “enamorado a solas”, o mejor, quién no se ha metido en videoclips de amor, sin haber consultado si quiera con el otro, si le interesa ser coprotagonista de esta película? Para entender mejor el tema, basta revisar nuestro pasado escolar, allí nos enamorábamos de un compañero de clase o de un profesor, y el pobre no se daba ni por enterado. Llenábamos cuadernos de poemas, le hacíamos regalitos, y escribíamos las iníciales de los nombres de los dos encerradas en un corazón atravesado por una flecha, había quienes hasta dibujaban una espantosa copa donde escurría la sangre del herido corazón. Qué miedo!


Lo triste del caso, es que a pesar de que pasan los años, a muchos les sigue sucediendo: se enamoran de una persona y terminan invirtiendo tiempo, energía y dinero en relaciones que sólo existen en su imaginación, y que no se fundamentan en la realidad, sólo en el deseo.


Lanzan el can cañón, lo invitan aquí y allá, hacen presentaciones del fulano en sociedad, y terminan desilusionados porque no se armó nada. Hay quienes nunca lo dicen y viven ilusionados en silencio, esperando el día en el que el tipo descubra, obvio eso no pasara ya que ni siquiera son afines. Estos casos se dan con mucha frecuencia en nuestra comunidad y aunque lo niegues segurísimo que te has enamorado “a solas”.

¿CÓMO SABER CUANDO ESTAMOS “ENAMORÁNDONOS A SOLAS”?



¿Cómo diferenciar entre una apuesta que vale la pena, frente a otra que no pasa de ser un sueño de amor con un tipo que “no nos da ni la hora”?

De plano es importante felicitar a quienes tienen el talento de “echar los perros” sin vergüenza alguna, ese que llega, pregunta la hora, invita a un trago, y hasta pide fuego para prender un cigarrillo, como sucede en las películas. Otros menos arriesgados, vemos pasar galanes frente a nuestras narices, sin poder hacer nada por pena, o por complejo de mal conquistador.


Sea cual sea el caso, luego de hacer ese primer contacto ya podemos descubrir qué tan interesado está el otro: si el galán responde con “si” y “no”, retírate; si el guapo te escucha, responde, pero jamás contrapregunta, retírate; o si el cuero responde, contrapregunta, pero finalmente siempre termina hablando de sí mismo, retírate. Es claro que por muy bello que te parezca, tiene un elevado espíritu de diva, o simplemente tú no le produces ni un mareo.


Es urgente desarrollar la capacidad para descubrir esas estrellas del firmamento, a quienes les encanta ser cortejados, sólo para subirse el ego y sentirse halagados. Esos que sonríen tímidamente y que luego de 100 palabras bonitas que le sueltas, no son capaces de ofrecerte ni medio piropo.


Eso en cuanto a la conquista, pero pasando a otro tema, el del tiempo invertido… Es válido decir que es casi obvio que cuando tú eres el plan B, es porque ése no está interesado. En palabras más crudas, debes estar atento para darte cuenta si el tipo sólo te llama para proponerte plan cuando no tienes nada qué hacer.


En estos casos, se llega incluso a la entrega total, sin embargo, el personaje sale corriendo de tu casa justo después de que termina, sin darte muchas explicaciones: apareció un mejor plan a las dos de la madrugada, su mejor amigo lo necesita, o simplemente asegura que prefiere pasar la noche en su propia casa… Mentiroso, mentiroso.


¿Quién no sabe que un buen amante con prospecto de marido adoraría quedarse contigo después de una noche de pasión? Pero no, ese que no será tu marido, y que te usa como comodín, seguramente huirá de la escena, es decir, de la cama, tan pronto se venga.


Y entrando en el espinoso tema del dinero, no hay cosa más evidente que la “chichifeada”. Me refiero al pretendiente vampiro que cada vez que se encuentra contigo te deja vacía la cartera.
De esos abundan, y si eres millonario y el dinero te sobra, ignora este aparte, pero si perteneces a la clase trabajadora, abre los ojos, y no inviertas en hombres que después de que los invitas a almorzar, los llevas al cine, y les pagas la entrada al antro, se desaparecen luego de hacer el ingreso al lugar o son incapaces de aparecerse con un chocolate en la siguiente cita.


En pocas palabras, abre bien los ojos y si alguien que llama su atención, y con quien te proyectarías como pareja, se dedica a recibir tus halagos sin manifestarte de vuelta el más mínimo interés, si te deja como última opción de diversión, y si además, empieza a considerarlo cajero automático, es mejor que domines tu ilusión y te retires del juego.


No te “enamore a solas”, no te hagas videoclips de amor en tu cabeza si no estás seguro de que hay una contraparte interesada en ti. Enamorarse es de dos, al resto déjalos pasar. Todo esto es un reflejo del amor gay en el 2009, aunque tal parece que una gran mayoría tiene miedo a enamorarse, o ¿no?

domingo, julio 19, 2009

Me Presento

Después de tanto pensar en que iba a escribir en mi primer post, hoy he decidido resumir mi vida en unas cuantas líneas, y, posteriormente, postearé más acerca de mí para que vayan conociéndome poco a poco y de cierta manera compartir todo lo que he pasado.

Empezaré por describirme más o menos, soy un chico de 22 años, estudio la universidad en el último año de Ciencias de la Computación, vivo en una provincia, y voy a mis clases a la cuidad. Soy un chico tímido, introvertido, serio, respeto a las demás personas siempre y cuando estas me respeten a mí. Me encanta la música de varios países e idiomas diferentes. No salgo mucho a los antros, ni a divertirme, por lo regular me quedo en mi casa leyendo, durmiendo, chateando o bien haciendo el quehacer que me impone mi madre. Amigos tengo muy pocos, de hecho casi no tengo amigos.

Mi niñez, creo que fue algo normal, mi madre siempre fue estricta con nosotros (mi hermana y yo) desde niño no tuve muchos amigos y los pocos que tuve no los frecuentaba mucho. Mi adolescencia fue casi parecida, con pocos amigos y siempre siendo el primero en la clase. Desde el último año de la primaria me empezó a gustar una niña, aunque nunca le dije nada. Ya en la secundaria, me seguían gustando las chicas, tuve varias niñas que me gustaron y solo a una niña le confesé mis sentimientos… No se dió nada.

Estando en la preparatoria, todo cambió, los problemas en mi casa se hicieron más fuertes, mis padres a cada rato peleaban, yo me alejé de ellos y me aislé mucho. En el primer año, todo normal, fue hasta el último año en que empecé a sentir cierta atracción por los chicos. Para mí no fue gran sorpresa, de hecho no le tomé mucha atención a lo que me sucedía. En ese año mis padres comenzaron a divorciarse, aunque fue un proceso muy complicado.

Llegada la hora de salir de la prepa e ingresar a la universidad, tuve que empezar a viajar a la cuidad. Fue un mundo diferente al que yo estaba acostumbrado. Y ahí… las cosas empezaron a cambiar más y más, pues mi atracción por los chicos era cada día mayor. Y ahí fue cuando empecé a preocuparme, pues en mi pueblo son muy machistas y mi familia también lo son, así que empecé a ocultarlo y a negarlo, iba a ser mi secreto, hasta… hasta que conocí a un chico por msn, empezamos por llevarnos bien como amigos y después… creció en mí un sentimiento hacia él que me hizo perder el control y terminé por salir con él… y los problemas comenzaron, pues le dije a mi familia lo que sucedía, lo tomaron más o menos, aunque desde entonces las cosas cambiaron, y ahora estoy cada vez más alejado de ellos. El chico, lo conocí personalmente, y terminó todo… las razones… son muchas y complicadas.

Posteriormente, comencé a sentir un sentimiento mucho mas fuerte por un amigo y compañero de la universidad, empecé por llevarme muy bien con él, quería de cierta manera llegar a él, sin embargo, no pude, porque conocí a una chica y sentí algo extraño por ella, al final, tanto mi amigo como esa chica comenzaron a tener una relación muy estrecha y yo no supe que hacer, no supe con quien intentarlo ( si con ella o con él), en fin, opté por alejarme de ellos y sufrir a solas mi confusión. Terminé por asistir a terapias con un psicólogo, el cual me canalizó después a un psiquiatra, pues mi depresión se hizo más grave al grado de estar a punto de dejar todo (escuela, familia, vida). Me sedaron y drogaron, y al final… nada.

Ahora… trato de aceptarme como una persona bisexual, aunque el simple hecho de pensar que en mi hay sentimientos homosexuales, me hace sentirme como una basura, como algo que no cabe en este mundo y que no sé si algún día pueda encontrar mi lugar.

Es complicado, pero aquí sigo… He visto una infinidad de películas sobre el tema, he leído mucho. Me he enterado de cosas nuevas, extrañas, raras y peligrosas, pero sigo en las mismas. Nunca he tenido un novio real, y tengo miedo de tenerlo. Sin embargo, sigo intentando conquistar a las chavas y ocultando mi lado gay que a veces suele presentarse.
Mi nombre real no lo usaré. Me llamaré David y… soy Bisexual, soy un ser humano que no pidió ser así, sin embargo, lucho todos los días por ser feliz.